Frase final para la reflexión
Dario Santilli e integrantes de la Agrupación Monumental Riverplatense
Por una vez en mucho tiempo se tenía que dar y se dio. Gracias al rival, gracias a la actitud que mostró el equipo luego de una semana problemática y a la gran tarea de Vega, responsable principal de que el partido no entrara en el cambio golpe por golpe, -luego del penal errado por Falcao-, (nuevamente agradecer a los directivos por los recitales que sólo sirven para romper el campo de juego y no para beneficio del club) y River ganó, gustó y no goleo sólo porque no quiso o porque le faltó un poquitito mas de puntería.
Hace mucho que no se veía jugar tan bien a los dirigidos por Gorosito, es más, habría que remontarse a uno o dos años atrás,-con algún otro técnico-, para recordar un partido casi perfecto. Buen juego, recuperación, jugadas a un solo toque, paredes, remates de afuera y una defensa, en un 80 % efectiva.
Pero momento! No es que River resurgió de las cenizas. Sino que enfrentó a un rival que juega peor que él, que regala la pelota, que no tiene un estilo, que enterró su historia hace más de una década y que pasa por una crisis similar o peor a la que enfrenta el club de Núñez.
Lo cierto es que el equipo de “Pipo”, supo aprovechar las oportunidades y terminó demostrando que se puede estar peor. Gran nivel del pibe Mauro Díaz,- sutilezas, juego a un toque, cambios de ritmo-, todo eso que le viene faltando a River desde la salida apresurada del “Burrito”; el sacrificio de Falcao,- siempre presente en el marcador cuando “la banda” es local-; buena movilidad del chiquitín Buonanotte, muy activo, -tanto en el primer tiempo como en el segundo-, y al que sólo le faltó su gol,- erró dos servidos-, para cerrar su mejor tarde en lo que va del año, y como siempre, la firmeza que viene demostrando Vega y que es vital en las aspiraciones de un equipo que busca el campeonato,- hoy muy lejano-.
Sumado al sacrificio que viene mostrando partido tras partido Ahumada,- pese a todo no logra el reconocimiento del hincha-, y el nivel que de a poco encuentra Barrado,- golazo, de los mejores del año-, River consiguió frente al conjunto de Avellaneda, reencontrar con el fútbol a 5 o 6 jugadores, que serán claves a la hora del recambio, recambio que no debemos olvidar para el campeonato que viene.
Buen debut del pibe Lucas Orban, -firme en la marca y con buena proyección y manejo de la pelota-, sumados a los primeros minutos en cancha de otro juvenil, Damián Lizio, y la afirmación poco a poco de Gustavo Bou, como fructífera variante a tener en cuenta, tanto por manejo del balón como por desniveles por ambas bandas.
Para tener en cuenta, sólo quedan 4 partidos, Argentinos, Godoy Cruz, Tigre y Estudiantes, estos últimos 2 como local, en los cuales es momento de darle rodaje a los juveniles e ir mechandolos con los posibles titulares para el próximo torneo. Bou, Lizio, Villalba, Lamela, Musacchio, Orban, 6 pibes que prometen y mucho, juveniles de calidad, una gran camada que no para de ganar títulos en todas las categorías y que puede darle un aire fresco, un aire nuevo, joven, ese que se viene necesitando por Núñez hace tiempo.
Hernán Quinteros