Faltó poco, pero se mejoró


River 1-1 Boca

Se jugaba un River-Boca en el que no eramos favoritos en las horas previas.
Boca llegaba claramente mejor, producto de 3 victorias al hilo, y River venía golpeado. Varias derrotas, poca claridad a la hora de llegar al arco rival, y un cambio de técnico de último momento, que ya empezaba a mostrar su "mano", pero que pocos creían pueda llegar a implementar su "estilo" en sólo 2 partidos.
Pero esa mano se vio. River dominó claramente los primeros 45 minutos de juego. Tal es así, que consiguío a los 6 minutos dejar a Domingo mano a mano frente a Abbondanzieri, pero lamentablemente, Nico no es un 9 de área, cruzó bien el remate, pero no le alcanzó para mandarla al fondo de la red y la pelota se perdió cerquita del segudno palo.
Boca no llegaba, no encontraba a Vega, producto del gran posicionamiento táctico propuesto por Astrada y River dominaba con claridad, a tal punto que tuvo el 1-0 en los pies del burrito, pero lamentablemente, la gran volada del pato y ese metro de ventaja en el adelantamiento del penal, hicieron cayar a todo el monumental (repleto).
Pocos minutos tardó la reacción: Gallardo frente a la pelota, pocos pasos de distancia y el
Déjà vu del torneo pasado. Golazo de tiro libre al igual que en la Bombonera. Pero esta vez para poner en ventaja al millo.
Primer tiempo con claro dominio y con varia posibilidades de aumentar, y lo mas notable, el gran juego que no permitia a Boca tener la pelota.
Pero cuando todo era alegría, otra
"paramnesia" en el Monumental. Lamentablemente, Villagra se acordó de lo mal que venía haciendo las cosas y dejó a River con uno menos, provocando un desorden que ni el propio Astrada supo solucionar.
River se desarmó y dejó venir minuto a minuto a Boca. Ortega intentó igualar la cantidad de hombres en cancha simulando un codazo y lo logró, pero River ya se había desarmado y no volvería a ser el de antes.
Y para males... el de siempre, Martín Palermo, (la única pelota que toco en el partido) logró meter un puntinazo en el borde del área para decretar el 1-1 final.
River lo tuvo, pero la suerte no estuvo de nuestro lado, ni la de Abelairas, que pudo reivindicarse con la gente, pero su remate pegó en el palo y ahogó el grito de 40 mil almas desesperadas.
Para rescatar: Gran crecimiento en lo futbolístico, Orden por sobre todas las cosas (algo q siemrpe caracterizó al juego del Jefe), la recuperación de Nico Domingo, y la tenencia del balón.
Lo que faltó: desorden después de la expulsión de Villagra (gran responsable de que River no se lleve el clásico), un poco de suerte en el final, y un referente de área.
Por lo menos, algo cambió y la mano "del Negro" se empezó a ver de a poco.
Una mano lava a la otra.. tal vez en este momento de River, una mano negra lave a la otra (la dirigencial)
Hernan D. Quinteros I.

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