En un partido opaco, con poco y nada de fútbol tanto de un lado como del otro, River consigió un punto que en los papeles y de acuerdo al desarrollo del partido, terminó siendo importantisimo.
Un Estudiantes que vino a cumplir, pero que a su vez puso a todos sus titulares para darle rodaje de cara al Mundial de Clubes, no sólo no atacó sino que tampoco dejó jugar a un River, que mas alla de las idas de Buonanotte, tiene poco y nada en el libreto del juego colectivo.
El partido comenzó con un leve dominio del Millonario, pero como siempre las falencias defensivas determinaron que, tras un corner a los 31 minutos, Desábato pusiera el 1-0 parcial para el Pincha.
A partir de ese momento River empezó a caerse y ya no hubo ideas para superar las muralla de 8 jugadores propuesta por Sabella.
Ortega en bajo nivel, Buonanotte que iba pero no terminaba de hilvanar las jugadas y un keko Villalba que poco podía tocar la pelota producto de la pegajoza marca rival.
Producto del poco juego y los nuevos errores defensivos, llegó el segundo gol del Pincha, por suerte esta vez, anulado por una supuesta posición adelantada que no existió.
Ya para el segundo tiempo la cosa cambiaría. Estudiantes se plantó igual. Ocho hombres defendiendo y 2 para la contra, y por el lado de River, mas delanteros en cancha y un poco de juego producto de los espacios que dejaba el conjunto de Sabella. Espacios que llegaban hasta el borde del área grande, porque a partir de ahi, se replegaban los 8 defensores pinchas.
Con 45 minutos calcados, River yendo y Estudiantes defendiendo, llegó sobre los minutos finales un cabezaso del chiquitín Villalba que se estrelló en el palo y ahogó el grito de una hinchada que no paraba de alentar en el último cuarto de hora, impulsando a sus jugadores a conseguir como sea el empate.
Y así fue. Como siempre, tomó la pelota Buonanotte, de lo mejor nuevamente en este pobre River, se metió en el área ante la marca de 3 jugadores y consiguió rematar de pierna derecha para la tapada de Albil, pero cuando parecía que una nueva frustración se viviría en el Monumental, aparecío el Burrito tomando el rebote, ganandole el cuerpo a cuerpo al defensor pincha y tirandose a los pies del arco para mandar la pelota al fondo de la red y desatar la locura reprimida de esas 30 mil almas que no querían una nueva derrota en casa.
Un gol en tiempo cumplido se grita como nunca y mucho mas, sumado a la desesperación de saber que se podía pero no había forma de ganarlo. Que ibamos e ibamos pero faltaba la puntada final, que cuando el gol estaba al caer, el palo nos decía que no. Pero siempre esta él.. como contra Chacarita picándola, ahora tomando un rebote. Cuando no es enganches porque el rival no lo deja, llega de 9 para desatar la locura. Él, siempre él, de lo poco rescatable de un River que cada día y para desgracia nuestra, nos acostumbra a conformarnos con poco, no como antes, que ni 2 campeonatos seguidos nos conformaban.
Hernan D. Quinteros I.
Burrito...siempre el BURRITO...
ResponderEliminarídolo permanente con un bronce en la pizarra de los agradecimientos... y para colmo cuando ya nos ahogaba la frustración de nuevo.
Ojalá esto sirva para que tome fuerzas interiores que le permitan sortear los problemas personales que lo afectan y lo disminuyen como deportista y como ser humano...
¡Fuerza Burrito! y graciaaaaaaaas