Como pesa el final

Vélez 3 - 1 River

Como le cuesta al Negro Astrada que su equipo juegue bien, no sólo 45 minutos, sino, no desmoronarse en los 5 minutos finales.

No es la primera vez que ocurre. River no puede dominar mas de un tiempo, y cuando lo tiene a tiro de la victoria aparece el sufrimiento de las falencias defensivas, que se repiten partido a partido.
Lo que viene sucediendo desde la asuncion del Jefe, no fue la excepcion contra el conjunto de Liniers.
Un primer tiempo practicamente sin llegadas y el 1-0 en contra por una desconcentracion defensiva. Todo muy similar a los partidos previos.
Y para no perder la costumbre, las cosas cambiarian para el segundo tiempo.
River se dedico a atacar, Velez se replego atras, y pisando los 30 minutos llego el gol del empate. Gran habilitacion de Ortega para Mauro Diaz y muy buena definicion del juvenil dentro del area.
Pero el mal momento "ciclico" que vive el Millonario, valga la redundancia, se volvio a repetir.
Grave, gravisimo error defensivo de Nicolas Sanchez, erra el despeja estando solo dentro del area y deja mano a mano al goleador Rodrigo Lopez que, ayudado por la fortuna, logra batir a Vega, como en toda la era Astrada, una de las grandes figuras y pilares de este mediocre River.
Y para frutilla del postre, el Millo salio a buscar desesperado el empate dejando varios espacios atras, espacios que aprovecho el fortin, para que el Roli Zarate en una contra, conecte solo de cabeza el 3-1 final.
Balance negativo, por las pocas llegadas y los grandes errores defensivos que nos siguen haciendo perder puntos importantisimos de cara a la table del descenso.
Hernan D. Quinteros I.

Si así juega el campeon.....

River 1-1 Estudiantes (L.P.)

En un partido opaco, con poco y nada de fútbol tanto de un lado como del otro, River consigió un punto que en los papeles y de acuerdo al desarrollo del partido, terminó siendo importantisimo.
Un Estudiantes que vino a cumplir, pero que a su vez puso a todos sus titulares para darle rodaje de cara al Mundial de Clubes, no sólo no atacó sino que tampoco dejó jugar a un River, que mas alla de las idas de Buonanotte, tiene poco y nada en el libreto del juego colectivo.
El partido comenzó con un leve dominio del Millonario, pero como siempre las falencias defensivas determinaron que, tras un corner a los 31 minutos, Desábato pusiera el 1-0 parcial para el Pincha.
A partir de ese momento River empezó a caerse y ya no hubo ideas para superar las muralla de 8 jugadores propuesta por Sabella.
Ortega en bajo nivel, Buonanotte que iba pero no terminaba de hilvanar las jugadas y un keko Villalba que poco podía tocar la pelota producto de la pegajoza marca rival.
Producto del poco juego y los nuevos errores defensivos, llegó el segundo gol del Pincha, por suerte esta vez, anulado por una supuesta posición adelantada que no existió.
Ya para el segundo tiempo la cosa cambiaría. Estudiantes se plantó igual. Ocho hombres defendiendo y 2 para la contra, y por el lado de River, mas delanteros en cancha y un poco de juego producto de los espacios que dejaba el conjunto de Sabella. Espacios que llegaban hasta el borde del área grande, porque a partir de ahi, se replegaban los 8 defensores pinchas.
Con 45 minutos calcados, River yendo y Estudiantes defendiendo, llegó sobre los minutos finales un cabezaso del chiquitín Villalba que se estrelló en el palo y ahogó el grito de una hinchada que no paraba de alentar en el último cuarto de hora, impulsando a sus jugadores a conseguir como sea el empate.
Y así fue. Como siempre, tomó la pelota Buonanotte, de lo mejor nuevamente en este pobre River, se metió en el área ante la marca de 3 jugadores y consiguió rematar de pierna derecha para la tapada de Albil, pero cuando parecía que una nueva frustración se viviría en el Monumental, aparecío el Burrito tomando el rebote, ganandole el cuerpo a cuerpo al defensor pincha y tirandose a los pies del arco para mandar la pelota al fondo de la red y desatar la locura reprimida de esas 30 mil almas que no querían una nueva derrota en casa.
Un gol en tiempo cumplido se grita como nunca y mucho mas, sumado a la desesperación de saber que se podía pero no había forma de ganarlo. Que ibamos e ibamos pero faltaba la puntada final, que cuando el gol estaba al caer, el palo nos decía que no. Pero siempre esta él.. como contra Chacarita picándola, ahora tomando un rebote. Cuando no es enganches porque el rival no lo deja, llega de 9 para desatar la locura. Él, siempre él, de lo poco rescatable de un River que cada día y para desgracia nuestra, nos acostumbra a conformarnos con poco, no como antes, que ni 2 campeonatos seguidos nos conformaban.
Hernan D. Quinteros I.