Si el "Funebrero" te lleva al infierno, el "Burrito" al cielo

River 4-3 Chacarita

Cuando Chacarita parecía llevarse un gran triunfo del Monumental, y la gente empezaba a impacientarse y Gorosito veía como el reloj le contaba los últimos segundos en River, apareció Él, sino quién, para habilitar en primera instancia a Villalba
y luego para definir, sólo como los grandes saben, -de embocadilla- y transformar el infierno en cielo, el calor primaveral en caldera y los insultos en alabanzas. Si, él, Arnaldo Ariel Ortega, tuvo que aparecer en toda su dimensión para demostrar porque es el ídolo máximo de la última década de la institución de Nuñez.
Con un marco espectacular, -cerca de 40 mil personas-, y el calor y color que merece un clásico como este. se enfrentaban por un lado, un River en apuros y diesmado, y por el otro, el recientemente ascendido Chacarita Juniors.
Todo parecía encaminarse, cuando a los 4 minutos, Buonanotte, clavaba un exquisito tiro libre al angulo superior izquierdo del arco defendido por Tauber, pero nuevamente se planteaba la duda de si River podría aguantar el 1-0 a favor o si se iba a complicar nuevamente como contra Lanus.
Y la duda se despejo rápido. Porque enseguida, Matías Alustiza, la gran figura de la tarde, se cansó de volver locos a los dos centrales de River, ganandoles en todas las jugadas las espaldas, y así llegó el empate a los 22 minutos, cuando liquidó en velocidad al juvenil Coronel y fusiló a Vega, que nada pudo hacer ante el certero remate del delantero. Nuevamente los errores defensivos empezaban a reflotar en la defensa millonaria, errores que serian decisivos en los 3 goles funebreros.
Minutos después, volvió a ponerse en ventaja el conjunto millonario, producto de un gran cabezaso del jugador mas silbado de la tarde, Cabral, quien se elevó muy bien tras el corner de Buonanotte.
Y cuando moria el primer tiempo, otra vez Alustiza, le ganó en velocidad a los dos centrales y quedó mano a mano con Vega, quién desesperado ante la velocidad del delantero, lo derribó dentro del área, provocandole un clarísimo penal, que el mismo delantero transformaría en gol, para irse 2-2 al descanso.
El segundo tiempo mostró mas de lo mismo, poco fútbol, tal vez producto de la alta temperatura y de las imprecisiones y mas ganas y pinceladas individuales que ideas grupales.
Rapidito Chaca se puso en ventaja a los 8 del segundo tiempo, producto de una desatención defensiva, -dejaron a tres hombres libres en el área- y Vega, en una fallida salida, perdió en lo alto con Parra, quién decretó el 3-2 parcial.
Poco tardó la reacción de River, creció Ortega, ayudado por los buenos ingresos de Diaz y Villalba, los millonarios empezaron a generar juego y así llegaron al empate, cuando con un pase magistral del Burrito, y una gran corrida del Keko, con gambeta incluida, puso el 3-3 y volvió a ilusionar a todo el Monumental.
Y si faltaba algo, para que la gente amara aun mas a Ortega, a los 42, el propio Burro, transformó el infierno en cielo y los insultos en alabanzas. Trás una gran pase de Maruo Diaz,-una de las figuras de River en el torneo pasado-, vivo como siempre, "orteguita" le ganó las espaldas a los defensores y con un sólo toque clavó un exquisito sombrero por sobre el arquero Tauber, provocando el estallido del estadio y el "Ortegaaaa Ortegaaaa" de la gente que le devolvía a su ídolo con canticos lo que el burrito les daba en la cancha.
En sintesis. Gran victoria de River, por lo anímico y la forma en que se gano. Pero ojo...que hay muchas cosas por mejorar, mas que nada en defensa, pero también en el funcionamiento, y es hora.. de que los pibes que saben, Diaz, Villalba, Lamela y compañia, de a poco empiecen a tener el lugar que ellos mismo se ganaron.
Hernan Quinteros