.:: Santo Calvario ::.

“Sufrir para gozar” nunca fue el lema de River, pero últimamente es lo que vive el hincha en cada partido, sea en el Monumental o fuera de casa.
El respeto que perdió River hace algunos años, se ve reflejado notoriamente cada vez que un equipo denominado “chico” viene a pisar suelo millonario, sumado al respeto que perdieron también los árbitros, que buscan ganar protagonismo y suman pésimas actuaciones, cuando River juega de local.
Este vez fue San Martin de Tucuman, quien puso al equipo de Gorosito contra las cuerdas apenas jugado 1 minuto de partido. Tiro libre desde la izquierda, grosero error de la defensa, y floja reacción de un adormecido Barbosa, a quien se le escurrió la pelota entre las manos.
Apenas un minuto de juego y River ya estaba en desventaja, ante hoy, uno de los que pelea por no descender, y equipo que todavía no gano de visitante. Conclusión: Otra vez a que sufrir en casa.
Nuevamente, y como habían comentado algunos jugadores entre semana, estar en desventaja parece ser la única manera en que los jugadores reaccionan, pero esta reacción solo duro escasos 5 minutos, después fueron todas jugadas hilvanadas sin sentido, pocas ideas ante las férrea marca tucumana y HORRORES defensivos, a los cuales ya nos tiene acostumbrado una defensa que nunca termina de armarse.
Durante un primer tiempo trabado, San Martin, ayudado anímicamente por el tempranero gol, fue el que genero las mejores ocasiones y el único que parecía querer ganar el partido. Por el lado de River, el ánimo no era el mejor y se notaba claramente en el juego. Pocas ideas, escasa conducción de Bonanotte y nulos desbordes de los laterales, sumados a las imprecisiones en la defensa y la poca predisposición tanto de Abelairas, flojo en la distribución, en la recuperación y en la marca, como de A. Fernandez, para rematar desde afuera; una de las principales falencias que River debería mejorar.
Una mala tarde de Falcao, noto la ausencia de Fabbini, como compañero de choque, y el mal rendimiento que viene acumulando Rosales, fueron la imagen calcada de las cosas que podía llegar a generar River en ataque.
Los primeros 45 no dejaron mas que eso, desorganización y falta de juego, juego que se vería por suerte en el segundo tiempo.
Los prontos ingresos de Gallardo, nuevamente demostró porque es ídolo – el único jugador que pide la pelota y no se esconde – y “el tortuga” Fernandez, le dieron aire y juego a un River opaco.
De a poco la cancha se fue inclinando hacia el arco de “El Santo” y la hinchada -volvió a colmar el Monumental-, comenzó a ilusionarse con un temprano empate y la búsqueda avasalladora de la victoria.
Un clarísimo penal no cobrado por Pezzota, - de mal arbitraje-, aguó la pronta recuperación del millonario. Pero ya se veía claramente cual iba ser el desarrollo de los segundos 45´. Un River atacando y un Santo, especulando con el 1-0 a favor, y esperando la contra.
Tanto buscar y buscar, River encontró. Centro desde la izquierda del Muñeco, y certero cabezazo de Cabral le dio el esperado empate a los dirigidos por Pipo, cuando el cronometro ya pisaba el primer cuarto de hora.
A partir del gol, con una gran producción de Gallardo y un alto rendimiento de Augusto Fernandez River dominó y busco desesperadamente la victoria que lo deposite solo a un punto de Lanas, único líder, y que le devuelva la alegría a su gente.
Y si de sufrir se trata, la esperada victoria llegó en el minuto final de juego, una pelota “desorientada” dentro del área de San Martin, algunos rebotes y desentendimientos defensivos y un tonto agarrón a Bonanotte, le dieron a Falcao la posibilidad de sellar el 2-1 final.
Penal y gol. Gol y victoria. Sufrimiento y Algarabía. Dos palabras muy comunes en este comienzo de 2009. Un 2009 que exige mucho. Cambio de hábitos, reencuentro con el fútbol, el estilo, la historia y la mística del club. Y con un lema, “Jugar bien y ganar, no sufrir para gozar”.


Hernán Quinteros